'El peso de la traición', por Casiano López
LOS PARAÍSOS PERDIDOS
Casiano López Pacheco
Nada es para siempre. Nada dura eternamente aunque el sol que se levanta cada día sobre el horizonte sea el mismo y que nada nuevo exista bajo él. El amor lo sabe. Es una pompa de jabón que la brisa empuja a un verde prado donde terminará explotando tarde o temprano. Y es que cualquier pareja puede romperse a fuerza de desgastarse. La monotonía, la falta de proyectos comunes, la perdida de la ilusión, los desengaños, las infidelidades, los temibles cuernos, conducen indefectiblemente a la separación o al divorcio, haya niños o no, de por medio. Entre las posibles causas de esta tragedia cotidiana, el juego de los engaños amorosos lidera la lista. Todos sabemos de amigos-as que se han divorciado e incluso conocemos sobradamente el dolor y la soled...