El sábado 14 de enero de 2017, a las 12 horas, se celebra en el cementerio de Medina Sidonia una concentración en homenaje y reconocimiento al capitán ubriqueño Juan Ruiz Huércano, guerrillero antifascista muerto por disparos de la Guardia Civil en el año 1949. En este acto, organizado por el sindicato CGT, se reivindica la localización y señalización del enterramiento de este republicano natural de Ubrique. En la misma concentración se recuerda también al guerrillero Bernabé López Calle, de Montejaque, quien encontró la muerte en la misma emboscada junto con Ruiz Huércano.
En un comunicado difundido el 3 de enero de 2017, CGT expresa: «Un año más nos volvemos a reunir en este cementerio de Medina para demandar la localización y señalación de los enterramientos de los guerrilleros anarquista y comunista Bernabé López Calle y Juan Ruiz Huércano muertos, tras una delación, por la Guardia Civil el 30 de diciembre de 1949.
Un año más intentamos devolvernos la dignidad como miembros de una sociedad que vive en la indignidad de permitir que continúen desaparecidos decenas de miles de represaliados por el golpismo de julio de 1936 y el franquismo.
Un año más denunciamos las trabas que a grupos sociales, como este que impulsó la localización y dignificación de Bernabé y Juan, se les ningunee y desplace por quienes, representantes sociales, se sienten dueños del cortijo de la comunidad. No es un problema nuevo ni patrimonio de ninguna organización política. Hunde sus raíces en el despotismo ilustrado de esto que llaman democracia y que no es sino la pervivencia de la desconfianza de los profesionales de la política en el pueblo que dicen representar.
Silencios y empujones prolongan una petición que debería estar más que resuelta hace tiempo. Primero fueron inconvenientes burocráticos, después el clásico grito hispano de “¡dejadme solo que esto lo arreglo yo!” y, hoy el vacío. Los primeros pararon nuestra petición de intervención directa, sin ningún gasto para el municipio asidonense. Como se solucionaron, vino el “no hay problema: para eso estamos nosotros los auténticos representantes del pueblo. No necesitamos de nadie. La Administración lo solucionará. Descansad tranquilos y dedicaros a otra cosa”. Como no descansamos ni nos quitamos del todo vinieron las lamentaciones, los llantos de agravios supuestamente personales y el silencio en lo que es el asunto: la localización y señalización del sitio donde descansan los guerrilleros. Después llegó el vacío.
Nosotros no queremos protagonizar nada. Tampoco obtener réditos políticos o electorales. En el mundo de la Memoria Histórica lo saben de sobra. Pocas veces nos hemos quejado de zancadillas y ninguneos. Pero eso no significa que abandonemos.
Todo el pasado año 2016 hemos esperado a que se concretizaran las medidas, “en un par de días no más”, que el ayuntamiento decía que iba a tomar. Desconocemos si llegaron a contactar con el equipo técnico, por cierto el mismo que presentó nuestro proyecto, y con la Dirección General de Memoria Histórica a la que iban a pedir los permisos para intervenir en su propia casa. Tampoco, a pesar de lo que se nos ha dicho, hemos recibido ninguna contestación a nuestra petición de intervención. Aunque no estamos tan seguros de que en estos días no se produzcan “novedades”, como el año pasado.
Por eso estaremos allí. Como volveremos a estar el año próximo y el otro… continuando pidiendo que nos dejen intervenir o intervengan de una vez. 67 años son muchos años ya para que las familias de López Calle y Ruiz Huércano sepan con exactitud dónde están los restos de sus familiares y decidan hacer con ellos los que mejor les parezca.
Por eso seguiremos realizando las gestiones necesarias (como con anterioridad las realizaron otros; AGE, CNT, PCE, … ) y, cada principio de año, concentrándonos aquí. Siempre diciendo que estamos dispuestos a realizar las tareas sin coste alguno para el ayuntamiento, en compañía o solos».
En un comunicado difundido el 3 de enero de 2017, CGT expresa: «Un año más nos volvemos a reunir en este cementerio de Medina para demandar la localización y señalación de los enterramientos de los guerrilleros anarquista y comunista Bernabé López Calle y Juan Ruiz Huércano muertos, tras una delación, por la Guardia Civil el 30 de diciembre de 1949.
Un año más intentamos devolvernos la dignidad como miembros de una sociedad que vive en la indignidad de permitir que continúen desaparecidos decenas de miles de represaliados por el golpismo de julio de 1936 y el franquismo.
Un año más denunciamos las trabas que a grupos sociales, como este que impulsó la localización y dignificación de Bernabé y Juan, se les ningunee y desplace por quienes, representantes sociales, se sienten dueños del cortijo de la comunidad. No es un problema nuevo ni patrimonio de ninguna organización política. Hunde sus raíces en el despotismo ilustrado de esto que llaman democracia y que no es sino la pervivencia de la desconfianza de los profesionales de la política en el pueblo que dicen representar.
Silencios y empujones prolongan una petición que debería estar más que resuelta hace tiempo. Primero fueron inconvenientes burocráticos, después el clásico grito hispano de “¡dejadme solo que esto lo arreglo yo!” y, hoy el vacío. Los primeros pararon nuestra petición de intervención directa, sin ningún gasto para el municipio asidonense. Como se solucionaron, vino el “no hay problema: para eso estamos nosotros los auténticos representantes del pueblo. No necesitamos de nadie. La Administración lo solucionará. Descansad tranquilos y dedicaros a otra cosa”. Como no descansamos ni nos quitamos del todo vinieron las lamentaciones, los llantos de agravios supuestamente personales y el silencio en lo que es el asunto: la localización y señalización del sitio donde descansan los guerrilleros. Después llegó el vacío.
Nosotros no queremos protagonizar nada. Tampoco obtener réditos políticos o electorales. En el mundo de la Memoria Histórica lo saben de sobra. Pocas veces nos hemos quejado de zancadillas y ninguneos. Pero eso no significa que abandonemos.
Todo el pasado año 2016 hemos esperado a que se concretizaran las medidas, “en un par de días no más”, que el ayuntamiento decía que iba a tomar. Desconocemos si llegaron a contactar con el equipo técnico, por cierto el mismo que presentó nuestro proyecto, y con la Dirección General de Memoria Histórica a la que iban a pedir los permisos para intervenir en su propia casa. Tampoco, a pesar de lo que se nos ha dicho, hemos recibido ninguna contestación a nuestra petición de intervención. Aunque no estamos tan seguros de que en estos días no se produzcan “novedades”, como el año pasado.
Por eso estaremos allí. Como volveremos a estar el año próximo y el otro… continuando pidiendo que nos dejen intervenir o intervengan de una vez. 67 años son muchos años ya para que las familias de López Calle y Ruiz Huércano sepan con exactitud dónde están los restos de sus familiares y decidan hacer con ellos los que mejor les parezca.
Por eso seguiremos realizando las gestiones necesarias (como con anterioridad las realizaron otros; AGE, CNT, PCE, … ) y, cada principio de año, concentrándonos aquí. Siempre diciendo que estamos dispuestos a realizar las tareas sin coste alguno para el ayuntamiento, en compañía o solos».