PAPELES AL VIENTO
Casiano López Pacheco
Al genio electrizante y fantasmal de Salvador Dalí se le erizan sus delicados bigotes caligráficos no solamente por el inusitado frío que se cuela por las rendijas de la capital en esta primavera desigual que vivimos, sino cuando, espectral y sin que nadie se aperciba de su presencia divina, piensa que la desorbitada cola que espera impaciente y aterida a las puertas del Reina Sofía para contemplar la maravilla de sus obras, es una escueta reunión de amigotes comparado con la espeluznante cifra del paro que desangra a España.
Nada más dramático ni más poético. Tan poético y sublime como el título de una columna de opinión que leí hace unos días: “ Un país devastado”. Y no le falta razón. El corazón de esta Hispania plural y mezclada por infinidad de sangres y culturas, late despacio y sin ritmo, ahogada por el lastre, impensable tiempo atrás, de un record de 6.210.000 parados, un 27% de la población activa.
Una enfermedad crónica que deriva en un dolor inconsolable, que se ha incrustado en la médula del país, como una latencia incurable, que va en aumento y que parece no tener ni solución ni cura inmediata, malgobierne quien sea y en la taifa que sea. Los chicos y chicas de la gaviota se ven desbordados por una cifra que aparte de histórica, se incrementa mes tras mes y mano sobre mano, no tienen ni puñetera idea de por donde introducir un remedio eficaz que rompa este maleficio que castiga a España y al resto de Europa desde hace cinco años y medio.
Los de la rosa, sin embargo andan – entretenidos en algo tan vital como elegir por el sistema de primarias al líder que les saque del lodazal en el que los sumió el Innombrable- tampoco andan muy avispados que digamos. Sin más, en Andalucía, donde ven pasar los días coaligados con IU, el paro aumenta también en una hemorragia imparable.
Tenemos además los andaluces, el honor de aportar el retrato robot del desempleado español: hombre, andaluz, soltero, con estudios , que procede del sector hostelero o de las construcción. Gracias , Sr. Griñan. Ni se le ocurra decirle a los colegas del PP cómo deben hacerlo en este aspecto, cuando Ustedes andan pez en el asunto. Sí, un ciego guiando otro ciego.
Y un detalle para ambos, es decir para los que reparten la tarta, arriba o abajo. Cómo quieren estas lumbreras aumentar la edad de jubilación si existen ahora mismo más de 895.000 desempleados- entre 30 y 40 años- que aún no han trabajado y por lo tanto, no han cotizado. Me pregunto inocentemente, hemos de alcanzar la virulenta cifra de 7 millones de sacrificados por el sistema, igualando casi a los que están en activo, para que haya de producirse la hecatombe que ya se presiente.
Si alguien sabe la respuesta, por favor, que la diga. Sin equipos españoles en la final de la Champions próxima y sin nada que nos distraiga y nos despiste, es posible que empiecen a rodar algunas cabezas. Ya no nos vale el pan y circo, saben. Y un último apunte: pa comérselo quien o quienes hayan permitido que un banquero corrupto se lleve 88 millones de euros en concepto de jubilación de una muy famosa entidad, cuando yo he visto mirar en el contenedor de mi barrio en Sevilla, a más de 25 personas en menos de una hora. Lucha de clases o ¿ clases de lucha?.