Sabemos que la marihuana se ha utilizado de manera tanto recreativa como medicinal desde hace siglos. En los últimos años, a medida que se ha ido legalizando esta sustancia en países como Uruguay y estados como Colorado, Oregón, Alaska o Wasington, se ha publicado mucho sobre el CBD, también llamado cannabidiol, lo que hoy en día se conoce como el componente medicinal de la planta en estado puro, frente al THC (tetrahidrocannabinol), la sustancia psicoactiva responsable de ese estado de relajación comunmente llamado “colocón”. Entre las principales propiedades que los expertos han atribuido al CBD a día de hoy se encuentra la reducción y prevención de inflamaciones y nausea, artritis reumatoide, diabetes, trastorno de estrés postraumático, alcoholismo, esquizofrenia, epilepsia, enfermedades cardiovasculares, su uso como analgésico ante dolores neuropáticos y por espasmos musculares y epilepsia, sus efectos paliativos en enfermos de cáncer, además de poseer propiedades antipsicóticas y ansiolíticas.
Una de las principales diferencias entre las dos sustancias principales del cannabis es que mientras que el THC tiene propiedades psicoactivas que afectan directamente al cerebro, el CBD no las tiene. De hecho, muchos pacientes que se mostraban reticentes a tratarse con esta sustancia por miedo a “colocarse”, una vez que entienden que con el CBD estos efectos psicoactivos no se dan, se prestan sin miedo a probar el cannabis medicinal. Aun así, es importante tener en cuenta que todos los cannabinoides (incluído el TCH) poseen en mayor o menor medida propiedades medicinales; así lo afirma el que hoy en día es considerado el padre de la investigación terapéutica en torno al cannabis, el Dr. Mechoulam, el científico que aisló por primera vez estas dos sustancias y descubrió el sistema endocannabinoide, lo cual abre un nuevo horizonte en la investigación médica nada desdeñable, ya que se trata de un sistema de receptores específicos cannabinoides localizados en la membrana plasmática de nuestras células y presentes en el sistema inmune.
Una de las principales diferencias entre las dos sustancias principales del cannabis es que mientras que el THC tiene propiedades psicoactivas que afectan directamente al cerebro, el CBD no las tiene. De hecho, muchos pacientes que se mostraban reticentes a tratarse con esta sustancia por miedo a “colocarse”, una vez que entienden que con el CBD estos efectos psicoactivos no se dan, se prestan sin miedo a probar el cannabis medicinal. Aun así, es importante tener en cuenta que todos los cannabinoides (incluído el TCH) poseen en mayor o menor medida propiedades medicinales; así lo afirma el que hoy en día es considerado el padre de la investigación terapéutica en torno al cannabis, el Dr. Mechoulam, el científico que aisló por primera vez estas dos sustancias y descubrió el sistema endocannabinoide, lo cual abre un nuevo horizonte en la investigación médica nada desdeñable, ya que se trata de un sistema de receptores específicos cannabinoides localizados en la membrana plasmática de nuestras células y presentes en el sistema inmune.