LOS PARAÍSOS PERDIDOS
Casiano López Pacheco
La muerte de la pequeña Iraila, de 11 años, participante del concurso La Voz Kids, nos ha recordado la fragilidad del liviano cable que nos liga a la vida. Nos ha traído a la mente, bruscamente, que la Parca que sostiene firmemente la guadaña no perdona ni siquiera a los niños. Lo demencial es que todos los días mueren miles en el mundo sin que nadie de los que pueden subsanar esta masacre, lo evite. Crueldad tiene por nombre lo que nos pasa. En la calle, en el trabajo, en la casa.
Tampoco nadie ha podido evitar la impactante estocada que la Juez Alaya ha dejado caer, en su nuevo auto que impone una fianza civil de 29,9 millones de euros- ¿ qué es esa minucia para lo que se han llevado – sobre Maleni, Magdalena Álvarez, ex consejera de Hacienda de la Junta de Andalucía, a la que señala como creadora ( entre varios ) del fondo de reptiles, del que se han alimentado durante una década un montón de espabilados, que han robado a manos llenas de las arcas públicas.
Por supuesto, con el beneplácito de los timoneles de entonces, que después de este lance, habrán puesto sus barbas a remojar. Y deben estar preocupados, a tenor de la reacción de la vieja guardia, que arremete contra la juez por vulnerar “ el honor de personas inocentes”, dixit Chaves, desde su retiro en la Corte.
Más vale que se preocupen, tanto los nuevos cachorros que ocupan la Junta, como los viejos guerreros que dormitan intranquilos, de que se devolvieran inmediatamente las cantidades sustraídas ilegalmente para que una manada de zampabollos se enriquecieran portentosamente.
El PP acecha afilando los colmillos, una vez producido el tormentoso relevo en la cúpula andaluza, sabiendo, en su fuero interno, que a pesar de la marea de corrupción que envuelve al PSOE andaluz, lo tienen duro, pero que muy duro, para conquistar San Telmo.
Entre unos y otros, mejor ninguno. Pruebe usted en las europeas. A lo mejor nos gusta dar un buen varapalo.