PAPELES AL VIENTO
Casiano López Pacheco
Si decide alguien ajeno a nosotros violar la privacidad de los ciudadanos, amparados por una inquietante ley, y dicha acción punible e infame fuese perpetrada por una belleza rubia, pelirroja o morena, de pupilas azules y cristalinas, piel de satén, sobre una cama inmensa de frescas sábanas, donde poder rodar de una punta a otra, aún a riesgo de tumbar al suelo las copas de un exquisito champán francés, nos importaría, pero no tanto.
Enredados entre sus muslos tersos, besando la pelusilla rubia de su vientre liso y embelesado con el porte majestuoso de su figura de diosa casi humana , entregada al disfrute de nuestros ojos y sentidos, perdidos en la cima de una montaña nevada en un palacete de película o en cualquier otro lugar paradisiaco en el que el mar te acaricia con la cadencia regular de las olas, sí estaríamos dispuestos a ceder a quién fuese todos los datos de nuestra vida privada o laboral, incluso jugándonos el todo por el todo, con tal de permanecer un ratito con este arquetipo de espía al más puro estilo 007, si con ello consumáramos el excelso acto del amor.
Dado que este supuesto es por ahora inviable, alabamos el gesto valiente de E. Snowden, ex técnico de la CIA y actualmente persona poco recomendable y previsiblemente en búsqueda y captura en breve, por desvelar el obsceno estado de vigilancia masiva con que el Emperador Obama se permite el lujo de interceptar-legalmente-, cualquier tipo de comunicación humana, de manera automática y sin activar ningún filtro y sin enseñar a ningún juez.
Es una absoluta aberración de carácter inquisitorial ya que todo lo que uno haga o diga, puede ser grabado. Millones de ciudadanos-as espiados preventivamente porque el terrorismo es la primera prioridad de los gobiernos. Pero en qué carajo de sistema vivimos que permite estas prácticas totalitaristas, sin que ruede ninguna cabeza pensante, ni nadie dé una explicación convincente sobre el espinoso asunto, una vez filtrado a la opinión pública por el joven espía de 29 años, que ha sacrificado su esplendido sueldo de 92.000 dólares anuales y un puesto de élite, para cruzar la línea y ponerse en franco peligro, incluso físicamente.
Ya sabemos las órdenes que son capaces de obedecer los patriotas americanos para salvaguardar la integridad de la gran Nación Americana. No sería ni la primera vez ni la última, y por cosillas más livianas se han extraviado muchos por el camino . Como el resto de ciudadanos de la aldea global, no sabemos a ciencia cierta si el joven garganta profunda es un héroe o un vulgar traidor. Nosotros, gente de carácter romántico e ilustrado nos inclinamos más por la primera opción. El tiempo lo dirá. Entretanto goza de nuestra simpatía y apoyo. El individuo , antes que el Estado, sea este democrático o represor.
Palabrotas
PAPELES AL VIENTO
Casiano López Pacheco
Sin Juan Manuel Sánchez Gordillo, el mundo parecería un lugar carente de sentimientos y sensaciones, oscuro y gris. Un enclave perfecto para que los oligarcas, los terratenientes, los ricos que no entrarán por el ojo de una aguja, los panzudos burgueses y potentados que medran con la desgracia ajena, se multipliquen como esporas de una punta a la otra de la vasta tierra.
Un paraíso, en resumen, al que sólo el látigo de este Mesías del CUT y del SAT, azota sin remisión ni remordimientos a la menor ocasión que se le presenta. Su frase reciente y antológica “ Que la Europa de los mercaderes se vaya al coño de su puta madre” es una espada flamígera que incendia el aire estival; es un escupitajo en toda la faz de los inmorales; es una bofetada capaz de partir los labios a cualquiera. Porque dicha así, duele y escuece.
Duelen sus palabras más que un beso del ex duque de Palma a la melancólica Infanta, que ya ha sido demostrado, no trapichea con ninguna finca; más que los sobrecitos con sobresueldos que se llevaban las mesnadas del PP; más que el timo de las preferentes; más que la frialdad de la mirada y el gesto torvo de José Bretón; más que la diabólica guerra en Siria; más que la mierda de pensiones que cobran nuestros padres; más que los recortes en becas y en investigación que padecemos; más que el escándalo de las nuevas directrices en Educación ordenadas por la Junta de Andalucía, para que se expidan títulos de la ESO, incluso con asignaturas pendientes y si esperar a septiembre.
Más que la corrupción perpetua que salpica al PSOE; más que el dinero de los ERES con que se financiaban dos conocidos sindicatos; más que el hambre y la malnutrición que comienzan a sufrir miles de escolares españoles; más que haberle robado los titulares al nuevo Coordinador regional de IU en Andalucía, Antonio Maíllo con esa frase vomitada a hierro ante el plenario.
Y así podríamos continuar indefinidamente porque no hay día que no traiga su afán. Lo de la crisis nos aburre, por cansino. Por eso, nos gusta este personaje extraído de Novecento. Con sus barbas, su sombrero y su camisa a cuadros que nos sublima con la espontaneidad de su verborrea y lo imprevisible de sus acciones, tales como ocupar simbólicamente fincas que ya han sido expropiadas parcial o totalmente por papá Estado junto al amigo Cañamero como compañero de aventuras.
Su lengua ágil va más rápida que su pensamiento y eso, en su caso, siendo ex docente, Alcalde de una Comuna y parlamentario andaluz, a veces, no supone una ventaja sino un inconveniente. Se puede decir lo mismo, pero con exquisita educación. Coño.