La asociación de consumidores FACUA ha informado de que el mes de febrero de 2022 «ha traído la mayor subida de la historia en el recibo de la luz». Según el análisis de FACUA-Consumidores en Acción, «el recibo mensual del usuario medio con la tarifa semirregulada PVPC ha alcanzado en el último mes los 131,29 euros, un 111,5% por encima de los 62,08 euros de febrero del año pasado». Esta entidad denuncia que estos incrementos se han debido al «actual diseño del mercado mayorista de electricidad», según el cual, por exigencias de la Unión Europea, los precios de la energía se basan en el «modelo marginalista», en el que todas las tecnologías cobran «el precio que marca la última unidad que permite casar oferta y demanda», con lo que la energía más barata se cobra al precio de la más cara.
Para ahorrar en el consumo doméstico, esta entidad de consumidores ha explicado cuáles son los diferentes tramos horarios de las tarifas punta, llana y valle.
En contraste con las dificultades por las que atraviesan los consumidores, las tres grnades compañías eléctricas españolas (Endesa, Iberdrola y Naturgy) tuvieron unas ganancias netas de 6.534 millones de euros en el año 2021, según la Comisión Nacional del Mercado de Valores y los datos declarados por las propias empresas. Estos beneficios supusieron un incremento de casi 2.000 millones de euros con respecto al año anterior, en el que las ganacias netas fueron de 4.658 millones de euros. Estas cifras se traducen en unas ganancias diarias de 17,9 millones de euros, porencima de los 12,76 millones de euros diario de 2020.
De esos 6.534 millones de euros de beneficios de las grandes empresas energéticas, casi 5.000 van a ser repartidos entre sus accionistas en forma de dividendos con remuneraciones o pay out de entre el 72% y el 85%, según la CNMV.
Por otra parte, FACUA ha señalado que la Agencia Nacional de la Energía (AIE) recomienda a los gobiernos de la UE atajar los multimillonarios «beneficios caídos del cielo» que están recibiendo las compañías eléctricas europeas como consecuencia «de la subida exponencial del gas natural a causa de la guerra en Ucrania y como consecuencia del actual diseño del mercado mayorista de electricidad».