OPINIÓN
Texto: Teodoro Leo Menor
Ceuta es española desde 1580 y Melilla desde 1497. Nunca fueron territorio marroquí sencillamente porque ni en esos años ni en muchos años después existía el reino de Marruecos. Marruecos se consolida como país en 1672 con la actual dinastía alauí. Marruecos fue el tercer país del mundo en reconocer el nacimiento de los EEUU en 1777, tras haberlo hecho Francia y España previamente. EEUU y Marruecos firmaron en 1783 el Tratado de Amistad que aún perdura, el más antiguo del planeta.
El 6-11-1975 el rey Hasán II lanza a 350.000 marroquíes, mujeres y niños, desarmados, para ocupar el Sáhara Occidental, colonia española sujeta a la Resolución 2711, de 1970, de la ONU, que exigió un referéndum de autodeterminación. El Ejército español se replegó por orden del gobierno y Marruecos, ante la inhibición de España (potencia administradora cuyo estatus está vigente), se apodera del Sáhara Occidental, naciendo el Polisario que inicia hostilidades contra España y entra en guerra con Marruecos.
En noviembre de 2020, el presidente Trump reconoce la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental y, además, anuncia el reconocimiento de Israel por Marruecos. Nace el eje Marruecos-Israel como prioridad estratégica de los EEUU en el Mediterráneo. EEUU arma a Marruecos con aviones de última generación y otro material de guerra y anuncia maniobras conjuntas. Marruecos, una semidictadura, gana un peso descomunal en en uno de los puntos más sensibles del planeta, el Estrecho de Gibraltar.
Gibraltar, asimismo, se ha convertido en una base de inteligencia militar compartida por Reino Unido y EEUU que controla toda la información, comunicaciones y telecomunicaciones del mundo.
Y a todo esto, ¿qué pinta España (una democracia consolidada, a diferencia de Marruecos) en ese escenario, Estrecho de Gibraltar y Norte de África, en esta partida de ajedrez que el Rey de Marruecos controla (tutelado por los EEUU) cual Kasparov con una precisión milimetrica?
¿No se ha enterado el Gobierno de España (se supone que sí ha sido informado al respecto por sus servicios de inteligencia) que el siguiente paso, y ahora se ha hecho un simulacro, es reeditar una nueva Marcha Verde sobre Ceuta y Melilla que, ante la irresponsabilidad (y cobardía) de nuestro Gobierno de 1975, permitió aquel desafuero sobre el Sáhara Occidental?
¿Sabe el Gobierno español (¡claro que lo sabe!) que Ceuta y Melilla están fuera del paraguas protector de la OTAN (artículos 5 y 6 del Tratado fundacional de Washington), a pesar del optimismo de algunos que creen superados esos artículos 5 y 6 en las sucesivas Cumbres de la OTAN, y que España no negoció su inclusión en 1982, cuando entramos, ni en estos 39 años, y que, ante una agresión de Marruecos para apropiarse de Ceuta y Melilla, mandando mujeres y niños o empleando la fuerza, ni la OTAN ni la Unión Europea moverían un solo dedo para defender nuestra soberanía territorial?