De podas y eriales
OPINIÓN
Pedro Bohórquez Gutiérrez.
La empresa de jardinería del Ayuntamiento de Ubrique parece que ha dado por terminada la labor de limpieza del tramo de orilla del Arroyo Seco, que limita con la valla del colegio «Fernando Gavilán», es decir, desde «el puente de La Esperanza» hasta la Glorieta Enrique Tierno Galván, conocida popularmente como «Los porreros».
Todo el tramo de orilla, encajonado entre el cauce artificial y el murete del patio del colegio –de entre tres o cinco metros de anchura– ha sido desbrozado en una mañana con modernas maquinarias. Las llamadas malas yerbas –de alguna forma hay que justificar a priori la acción destructiva– que daban cobijo a la pequeña fauna ornitológica que se refugia en este tramo de orilla no peatonal, y, por tanto, no encementada de este aflue...