Crónica, por Antonio Morales Benítez
Una marea senderista alcanzó pasado sábado las localidades de Grazalema, Benaocaz y Ubrique. Era La Petaquina. La Primera Travesía Solidaria a beneficio de la Asociación de Enfermos de Alzheimer, organizada por un grupo de ruteros ubriqueños, encabezados por Juan Carlos Huércano, y el patrocinio de diversas instituciones públicas y privadas. Una actividad que contó con una participación récord de unos 350 senderistas. Sin duda una muestra más del interés que despierta hoy en día una práctica cuyos orígenes, al menos como disciplina con personalidad propia y con cierto carácter cultural y de ocio, suele situarse en Francia en la década de los años cuarenta cuando comenzaron a marcarse los senderos. Pero indudablemente podemos encontrar sus antecedentes en el excursionismo de toda la vida, y en este sentido todos recordamos, por ejemplo, las salidas organizadas por Manuel Cabello al San Cristóbal a finales de los sesenta.
Pero el extraordinario auge que ha alcanzado en nuestros días está relacionado con la necesidad del hombre actual de acercarse a la naturaleza. Un contrapunto a su actividad diaria. Caminar tranquilamente en busca de la armonía y el equilibrio que sólo encontramos en la naturaleza. Responde también a la necesidad que todos tenemos de socializarnos. Al mismo tiempo que ventilamos los pulmones podemos charlar, conocer a gente. Una actividad, por tanto, apta para todos con enormes beneficios para la salud emocional y física.
Para muchos de los congregados en Grazalema era la primera vez que tomaban parte en una actividad de este tipo. Tras partir, la marea multicolor de La Petaquina discurrió por el nacimiento del río Guadalete, puerto del Boyar, Salto del Cabrero, puerto de Don Fernando, barrio nazarí de Benaocaz, y calzada romano-medieval hasta Ubrique, con meta en la Peña Sevillista. Todo ello sin que se produjese ninguna incidencia de importancia y un comportamiento respetuoso con la naturaleza de todos los participantes.
Sólo podemos calificar de éxito una empresa tan compleja y felicitar a los organizadores. Una feliz iniciativa de estos ubriqueños que supone un paso de gigante, una auténtica revolución, en aras de popularizar el senderismo en una comarca que goza de un entorno único.
[Reportaje fotográfico: Antonio Morales Benítez]