Los representantes de colectivos ciudadanos y organizaciones sociales que se reunieron el 6 de noviembre de 2012 acordaron la fundación del llamado Foro Social de Ubrique y firmaron una Declaración en la que manifiestan que «la situación a la que se está condenando a gran parte de la población es ya insoportable e indignante». Por este motivo, hacen un llamamiento a la movilización ciudadana para protestar contra lo que consideran «la estafa de la crisis» y proponen que el miércoles 14 de noviembre, día en el que los sindicatos han convocado una huelga general, sea el punto de partida de una movilización más profunda. Este Foro se suma a esta convocatoria de huelga general e invita a los ubriqueños a unirse a la concentración prevista para mediodía del 14 de noviembre en Los Callejones, a la altura de Vista Alegre. Este Foro lo constituyeron los representantes de los sindicatos CCOO y UGT, los grupos políticos PSOE e IU, los colectivos Federación de Asociaciones de Vecinos, ‘Mujeres vecinales’, ‘Mayores vecinales’, las asociaciones de vecinos de las barriadas del Algarrobal, Sacrificio, El Poyetón y Antonio Vega y la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC).
El manifiesto añade: «Vivimos sin duda momentos muy difíciles. Soportamos un paro totalmente sin control, una destrucción de empleo a ritmo desbocado, aumento de la pobreza y marginación a límites insoportables… Recortes brutales en derechos fundamentales: la sanidad, la enseñanza, los servicios públicos, privatizaciones sin cuento, administraciones en bancarrota incapaces de cumplir ni los servicios ni los compromisos adquiridos.
Esta situación no está provocada por una estafa que llaman crisis, sino por las políticas austericidas y de recortes de derechos económicos, sociales e incluso civiles y democráticos duramente conquistados. La respuesta de los gobiernos a una crisis originada por una economía al servicio exclusivo de banqueros privados y especuladores, está acabando con todo, está destruyendo nuestros derechos, los de todos y todas, para salvar y permitir que sigan enriqueciéndose los mismos que originaron la crisis, los especuladores financieros e inmobiliarios. Porque la deuda y el déficit que pretenden ahora reducir se ha producido precisamente por los rescates bancarios y por las rebajas a los impuestos a las grandes empresas y fortunas, a los más ricos de este país.
Los presupuestos generales del Estado para 2013 no son sino una vuelta de tuerca en la misma dirección: más sufrimientos y sacrificios para la inmensa mayoría social.
En realidad, consideramos que ya no podemos limitarnos a hablar de crisis. Porque verdaderamente es una estafa en toda regla a todo un país para desvalijarlo. Es también un asalto a la democracia, cuyas instituciones nunca han estado más lejos de la ciudadanía. Y, de camino, se trata de una ola ideológica profundamente conservadora, que está socavando los derechos civiles y democráticos que nos habíamos dado entre todos los españoles.
La comprensible indignación social ante esta situación y su expresión democrática está además siendo criminalizada y endurecidos los sistemas penales. El Gobierno sólo parece tener una respuesta: el recurso a la represión descarnada y el recorte de los derechos y libertades.
Es evidente que esta situación no tiene más salida que un profundo cambio de rumbo, que ponga las políticas, la democracia y la economía al servicio de las personas, en vez de agachar la cabeza ante omnipotentes mercados financieros especulativos, intereses inconfesables y deuda odiosa e ilegítima.
Sólo nosotros, la ciudadanía, todos y todas unidos… podemos conseguirlo.
El 14 de Noviembre es, no cabe duda, un momento de singular importancia para la exigencia de ese cambio de rumbo de forma contundente y rotunda. Es el momento de unir a toda las sociedad civil a través de las diferentes organizaciones y colectivos sociales para gritar juntos que hay alternativas, otras políticas y otra economía que pongan en primer lugar a las personas.
Más aún tenemos la posibilidad de convertirnos la ciudadanía en su conjunto, en protagonistas de un futuro que queremos que sea nuestro y no de banqueros.
Queremos así poner en marcha el 14N una amplia movilización que no se limite a ser laboral o sindical (que también), sino que tenga un profundo contenido social y ciudadano. Y que no sea una estación de llegada sino un punto de partida de más participación y compromiso social.
Por nuestros derechos, por los derechos de todos y todas».